El chocolate forma parte nuestras vidas como algo más que un alimento. Es uno de esos pequeños placeres que casi siempre compartimos en torno a acontecimientos sociales, como puede ser la Navidad. Esas ganas por disfrutar de calor en compañía en estas fechas nos han llevado hasta Alcorisa, en la provincia de Teruel, donde Isabel Félez tiene el obrador en el que ella y su equipo elaboran el chocolate artesano, ecológico y de comercio justo, que distribuyen a España y a otros países de Europa.

«Yo soy yo de Alcorisa y siempre he querido quedarme a vivir aquí, y trabajar y generar riqueza aquí. Cuando terminé los estudios de pastelería y chocolatería, monté una pastelería y siempre me ha interesado lo que hay detrás de la materia prima, las condiciones en las que se cultivan los alimentos con los que trabajamos. Esa inquietud me fue llevando poco a poco a centrarme más en el chocolate y en el comercio justo.»

Y es que el mundo del cacao, junto con el del café, es uno de aquellos en los que más esfuerzos por garantizar condiciones de comercio justo se están haciendo, porque es donde peores condiciones laborales se dan.

Aunque su sede empresarial esté en Alcorisa, Isabel no para de viajar de un sitio para otro y está presente en muchos de los eventos de economía social y solidaria. También estará el próximo 5 de enero en el Mercado de San Vicente de Paúl, ofreciendo una chocolatada para todo el que quiera acercarse a probar su riquísimo chocolate, y sus productos pueden comprarse en el estand conjunto de este mercado navideño.

Chocolates Artesanos Isabel elabora todo tipo de productos relacionados con el chocolate artesano y todos ellos tienen el certificado ecológico y de comercio justo: tabletas, cremas, turrones, bombones, chocolatinas, figuras, productos personalizados, packs para regalo… Además de distribuirse en tiendas gourmet y tiendas del canal ecológico o comercio justo, en su página web hay una tienda on line desde la que cualquier particular puede comprar todo lo que producen desde cualquier lugar del país.

Isabel nos cuenta además que aunque pensaba que la idea de dedicarse exclusivamente a elaborar productos de chocolate de comercio justo iba a ser difícil porque en España no hay sensibilización suficiente sobre este tema y porque además se suele asociar a productos de escasa calidad, cuando vio que en otros países como Francia o Bélgica había gente que ya lo estaba haciendo y podía ser rentable, no lo dudó y comenzó dedicarse solo al chocolate y a trabajarlo de la mejor manera posible, entendiendo que la calidad no es solo una cuestión de sabor y estética, sino algo mucho más global que incluye también criterios éticos.
Y efectivamente le ha ido muy bien:

«Estamos muy contentas porque estamos vendiendo mucho fuera. Empezamos en Francia porque era más fácil, pero ya estamos vendiendo en España, tenemos distribuidores y muchos de los productos ya se pueden encontrar en muchas tiendas».

Su idea es trabajar de forma más ética en todo el conjunto de la empresa: un producto elaborado con materia prima ecológica, con un envase fabricado con cartones procedentes de bosques sostenibles, con pocas tintas, controlando la huella de carbono, etc. Intentan ser social y medioambientalmente responsables en todas las partes del proceso:

«Además, somos todas mujeres y eso es muy importante sobre todo en el medio rural, donde concretamente en esta zona tenemos un 30 % de paro femenino. También tenemos un acuerdo con la Obra Social La Caixa para favorecer la integración en el trabajo de personas que tienen algún tipo de discapacidad».

También imparten periódicamente un curso «El chocolate, desde el haba hasta la tableta» que muestra todos los secretos para elaborar chocolate, pero también para entenderlo mejor y saber apreciarlo.

Puedes encontrar y solicitar más información sobre sus productos en su página web: chocolatesartesanosisabel.com